
Los peques pudieron hacer fantasmas, monstruos, calabazas terroríficas, dráculas y arañas espulznantes con Chupa-Chups, piruletas, limpiapias, ojitos y papel. También momias con velas, vendas y ojos. Otros prefirieron las brujas y murciélagos con cartulinas y a los más peques les cantó la idea de decorar de forma terrorífica los globos, triunfando las calabazas diabólicas y los fantasmas. Algunos más atrevidos se aventuraron en la creación de máscaras e, incluso, a decorar calabazas de verdad. Además, mayores y pequeños colorearon cerca de 500 láminas de Halloween con pinturas, brillantina y pegatinas.
La actividad, organizada por la AMPA Saavedra, cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Miranda de Ebro.
Y para acabar los talleres ¡a merendar! Gran parte de la merienda, todo lo que era casero, la hizo una mamá del cole. ¡Y no quedó nada!