Como no podía ser de otro modo, nuestra fiesta de Halloween necesitaba un toque espeluznante e inolvidable. ¡Y qué mejor que un photocall para conseguirlo! Con el gran trabajo de los papás de Ares y Eragon, que hicieron un enorme atúd, nos pusimos manos a la obra para hacer un escenario en el que no faltaron esqueletos, calabazas, arañas, brujas... ¡escalofriante! El próximo año lo ampliaremos mucho más con lápidas, fantasmas, arañas, un suelo que no se mueva... Así en las fotos de grupo cabremos todos.
Aquí os dejamos una pequeña muestra de lo bien que nos lo pasamos inmortalizando el momento.