De tanto saltar y pintar los peques tenían hambre, y nada mejor que una buena chocolata realizada por dos papás para quitarla. Gracias a las donaciones de productos de LIDL y E. Leclerc todos disfrutamos de un buen vaso de chocolate, bizcochos y agua.
Y el gran final de la fiesta lo tuvimos gracias a la llegada de los Reyes Magos, que hicieron un alto en el camino para estar con los niños del colegio. Todos ellos recibieron un obsequio.